Programa: Nuevas visiones.
Categoría: Cortometraje Mexicano
Duración: 0:14:00.
Director: Zyanya Ramírez Cárcamo.
Producción: Zyanya Ramírez Cárcamo.
Dirección de Fotografía: Eduardo León Cuevas.
Guión: Zyanya Ramírez Cárcamo.
Editor: Christian Andrés Baños Cordero .
Cast: Estela Martínez Martínez, Alejandro Cárcamo Reyes, Zyanya Ramírez Cárcamo.
Sinopsis:
La hora de la comida ha ocupado siempre un lugar importante en la vida mexicana.Tanto es su poder simbólico, que dentro de las familias se protegen recetas intimas, resultado de procesos generacionales y la suma de identidad adicionada por la historia de aquellos que las preparan.
Este, es también el caso de la abuela Estela, quien se rehusa a divulgar la receta del mole, y a pesar de ello no duda en compartirlo al momento de estar terminado, es un proceso largo y aunque los otros solo vean el resultado final es claro que al comerlo resuena un sentido amplio y profundo de transformación.
Estela Martinez es una mujer de 63 años, cuya aspiración ha sido construir una familia lejos de la estructura familiar en la que ella vivió su niñez. Sin embargo, ésta construcción se ha visto permeada por los estragos de una infancia rota, la relación de dolor con su madre y el ideal familiar que corresponde a su contexto y tiempo.
Es este el retrato de una tarde, mientras Estela prepara mole en compañía de su nieta Zyanya.Con un momento del presente, esta familia se muestra. Hay recetas, procesos e historias complejas y el resultado estos, es aveces un buen platillo y otras la construcción de una identidad. Notaremos que una persona no responde solo a una acción, una palabra o un momento y la importancia de atender el proceso completo para crear la forma en la que trabajamos el presente.
Pienso que es importarte contar las historias, las mas comunes. Yo crecí escuchando la infancia de mi abuela como si fueran capítulos trágicos, horrorizándome al pensar en su madre que parecía el monstruo en casi todos los cuentos. Adoptamos conceptos que no son propios e idealizamos la figura materna y la partera como seres impunes que no han de dañarnos y a veces a sus enseñanzas les damos el derecho de no cuestionarlas, y me doy cuenta de que es un proceso que trasciende a ellos .Y nuestro entorno nos ha determinado, la absurda repetición de dogmas, respetos, roles que no tenemos el deber de cumplir. A través de está película quiero capturar la oportunidad de reconocer nuestros procesos, para crear a partir de ellos. Cosa que terminaría por formular un nuevo orden, uno más empático.